11 de marzo: aniversario del terremoto y tsunami en Japón

El domingo 11 de marzo se cumple un año del terremoto en Japón, tragedia que cobró la vida de muchísimas personas y destruyó muchos hogares, junto con un mortífero Tsunami.

Sin embargo, pese a las dificultades que atravesó el País del Sol Naciente, este evento también sirvió para demostrar una vez más su fortaleza ante la adversidad.

Hace un año, reportábamos que un terremoto de 8.9 golpeó a Japón y provocó Tsunami, dejando un aterrador saldo de víctimas y de destrucción alrededor de diferentes ciudades de este país.

Pese a que el mundo se unió a Japón para ayudar a sobrellevar este fatídico evento, fue la misma fortaleza de los japoneses lo que motivó a sus habitantes a levantarse de las cenizas y continuar con sus vidas, pese a los desastres naturales que continuaban amenazando con el bienestar de sus habitantes.

Para muchos, el carácter de los japoneses puede parecer frío y calculador, pues a diferencia de otros países que han atravesado por tragedias relacionadas con la Madre Naturaleza, los habitantes de Japón no perdieron el tiempo lamentándose por su tragedia y se esforzaron lo más posible por seguir adelante con sus vidas y reponerse.

La actitud japonesa ante el terremoto y Tsunami del 11 de marzo del 2011, puede describirse a la perfección con la siguiente frase, dicha por una señora entrevistada recientemente:

“No tuvimos tiempo para lamentarnos mucho. Solo nuestros seres queridos, que murieron hace un año en el terremoto y en el tsunami nos hicieron derramar lágrimas. No es la primera tragedia que vivimos, ni será la última”.

Esta tragedia ha sido de las más grandes que ha atacado Japón en toda su historia, pues además de estos desastres anteriormente listados, en esas mismas fechas, se desataron las alarmas en Japón y reanudaron el debate sobre la energia nuclear, a raíz de las fugas nucleares que se originaron en diferentes plantas, siendo la más famosa la de Fukushima.

El asunto de la planta nuclear de Fukushima aún no se ha terminado de resolver, puesto que debido que es un desastre de magnitud gigantesca, podrían tardarse décadas hasta que pueda limpiarse por completo el daño que se provocó con las fugas nucleares ocasionadas por el fuerte terremoto en Japón.

No obstante, pese a que falte mucho por hacer, de acuerdo con lo mencionado, gracias a la actitud de Japón ante la adversidad, no importa cuanto tiempo pase ni cuanto se tenga que escatimar, es un hecho que tal como el ave fénix, seguirá resurgiendo de sus cenizas y adelante con su vida para comenzar un nuevo ciclo.