Carnaval de Río de Janeiro 2012 atrajo el turismo gay

Uno de los eventos más importantes de Brasil, el Carnaval de Rio de Janeiro 2012 arrancó este fin de semana y creó gran expectativa en el mundo debido a sus grandes mejoras y gran producción en sus preparativos.

Brasil ganó muchos ingresos este año, ya que el anticipado Carnaval de Rio de Janeiro atrajo bastante al turismo gay, el cual es bastante numeroso.

El turismo es una de las principales fuentes económicas que Brasil logra explotar bastante durante la celebración de su famoso Carnaval y este año no fue la excepción; los viajes dirigidos a la comunidad gay se vieron incrementados considerablemente, pues en esta celebración extravagante y llena de vida, homosexuales y lesbianas de todo el mundo celebraron en esta gran fiesta, lejos de la usual monotonía de sus países de origen.

El Carnaval de Rio de Janeiro es una fiesta en donde la originalidad y el color no hacen faltas, y una comunidad tan abierta como la de Brasil no discrimina a los extranjeros de ningún origen ni preferencia sexual; es por eso que se ha convertido en un destino favorito para las comunidades gay de todo el mundo, quienes aportan bastante a la economía del país.

De acuerdo con la Secretaría de Turismo en Brasil, más de un cuarto de los visitantes anuales al país son parte de la comunidad LGBT (conformada por lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) y la mayoría son hombres de entre 20 y 25 años de edad; por lo general, son los turistas gay quienes aportan más a la economía de Brasil, pues de acuerdo a lo que se ha comentado, un turista gay gasta alrededor de $200 dólares diarios (más del doble de los $75 dólares que una persona heterosexual promedio gasta).

Obviamente no es necesario ser homosexual para disfrutar de las maravillas y colores que ofrece el Carnaval de Brasil (el cual duró duró desde el Viernes 17 hasta Miércoles 22 de febrero); Brasil ofrece atractivos para todas las edades e ideologías, pero es necesario ser una persona abierta y feliz porque esta es una fiesta donde no se permiten las inhibiciones.