Descubren la relación entre el amor y el deseo en el cerebro
Se han dado a conocer los resultados sobre una curiosa investigación, en donde se buscaba determinar el origen del amor y del deseo sexual en el cerebro humano.
Según estudios realizados, el amor y el deseo no provienen de la misma fuente, pero si se complementan uno al otro; los científicos finalmente han determinado la relación que juegan uno con el otro dentro del cerebro.
Las investigaciones se llevaron a cabo por científicos canadienses, norteamericanos y suizos en la Universidad Concordia; se analizaron diversos resultados de investigaciones anteriores, comparando dichas conclusiones con sus propias investigaciones, en donde expusieron a varios sujetos a visualizar imágenes eróticas y fotos de seres queridos.
Con base a las reacciones que tenían con el diferente material que se le asignó a los sujetos investigados, se determinaron con precisión cuales son las zonas del cerebro que influyen en los sentimientos de cariño y lujuria respectivamente.
La ínsula y el cuerpo estriado son responsables de cambiar el deseo sexual por amor. La ínsula es una porción de la corteza cerebral plegada, ubicada entre el lóbulo temporal y el lóbulo frontal; el cuerpo estriado se encuentra en el interior del cerebro anterior.
Dependiendo de las emociones sentidas, el cuerpo estriado da una respuesta diferente: estímulos como el sexo o el comer algo delicioso activan el área asociada con el placer simple, mientras que el amor se asocia con el área que le da valor a las cosas – el deseo puede transferirse a esta sección cuando el acto sexual se convierte en algo más significativo y se engloba dentro del amor.
“El amor es en realidad un hábito que se forma a partir del deseo sexual cuando este deseo se ve recompensado. Funciona de la misma forma en el cerebro como cuando las personas se vuelven adictas a las drogas; el deseo sexual tiene un objetivo muy específico, el amor es más abstracto y complejo, por lo que es menos dependiente de la presencia física de alguien más“.
Una vez que la persona comienza a sentir en verdad amor, de acuerdo a lo que se dice la prensa especializada, se activan las secciones del cerebro asociadas con la fidelidad y el compromiso; sin embargo, también el cerebro funciona con menor precisión, por lo que es realidad aquello que dicen que ‘el amor hace a la gente torpe’.
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