Crisis en editoriales tradicionales, el libro desaparecerá

- - Economía, Empresas, Literatura

Muchos se preguntan qué futuro depara a las editoriales tradicionales ante los avances en el libro electrónico. El tránsito de papel a pantalla digital  y la relativa facilidad con la que el autor puede publicar un libro, pone en duda la viabilidad del actual modelo de las editoriales que imprimen libros en la actualidad.

Editoriales tradicionales en crisis por avances digitales

La empresa Forrester Research ha publicado proyecciones donde los libros electrónicos aumentarán de US $2.200 millones del año pasado a US$10.500 millones para el 2016. La pregunta es, quién se quedará ahora con las ganancias?


Nadie pone en duda la creación de material literario. Por el contrario, se espera que las facilidades que ofrecen las nuevas plataformas digitales como Kindle, creará tal boom que llegará un momento en que todo individuo podrá subir su libro al Internet sin ningún problema.

Nunca será tan fácil publicar tu novela como ahora. Y es que en el antiguo sistema editorial, publicar era toda una odisea. Había que enviar un texto para su revisión, proceso que podía tomar hasta 18 meses. Si acaso la obra era aceptada para publicación, entraba a una etapa de edición para acomodar el material a un formato apetecible al mercado. Al final el autor recibía el 15% de todas las ventas. Ahora, el autor tiene control de hasta el 70% de las ganancias.

Según Brett Arends de WSJ, el proceso que pondrá la soga al cuello a las editoriales tradicionales, transitará en dos etapas. En la primera la llegada de los libros electrónicos es apropiada por las editoriales y éstas salen beneficiadas en la venta conjunta de libros en físico y digital. En la segunda etapa los autores brincan los filtros y trabas impuestas por la industria editorial y se publican por sí mismos.

Lo cierto es que las editoriales no perderán completamente su razón de ser. Aún serán necesarias para quien busque publicar de manera seria y profesional. Pero el concepto de empresa editorial se reducirá al mínimo, ya que los privilegios y estructura de ventas cada día se vuelven más obsoletos. Será indispensable reducir la planilla de empleados editoriales. Se prevé que estos trabajos pasen a un ejército de freelancers con especialidad  en edición de desarrollo, lectura de prueba y diseño de portada.

Aún con todo esto, estamos seguros que el libro no desaparecerá, sólo que habremos de adaptarnos a una forma de  lectura diferente . Y si bien es cierto que las nuevas generaciones estarán acostumbrados a leer desde una pantalla, podemos estar seguros que existirá una minoría romántica que preferirá el lujo de tomar un libro físico, sentir grosor de su portada, abrirlo, tomar con la mirada  las hojas rellenas de palabras y sentir que entre el lector y su libro existe una relación intima que no muchos comprenderán.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *